domingo, 8 de junio de 2014

Capítulo 8 (La última palabra)

Capítulo 8: Todo está en la sangre


Cierro la puerta del salón a petición de mi abuela para que ningún “cotillamironfisgón” como dice ella se entere de lo que hablamos.

Me siento en el sofá, lo suficientemente cerca de ella para que me llegue su típico olor a vainilla y nuez moscada, que me teletransporta a esos veranos de mi niñez en los que mi tía Felisa aún vivía con ella y los tres hacíamos bollos, galletas, y diferentes tipos de dulces que nos comíamos sin pena ni gloria hasta llenarnos.

Veo que coge la taza de té de la mesa de cristal y pega un sorbo, siempre lleva una bolsita de té en el bolso, por lo menos cuando viene a visitarnos; ya de pequeño me dejaba olerlo y probarlo para intentar adivinar de que era, y seguramente hoy también lo habría intentado de no ser que tiene un cosa muy importante que decirme.

Deja la taza de té en la mesa y me mira fijamente a los ojos, los tiene como yo, azules claros generalmente y de otros colores cuando cambia de humor, me alegra pensar que hay algo suyo que siempre estará conmigo.

Empieza a hablar.-¿Qué tal Mark? Me han dicho que has estado de viaje esta semana.- yo asiento sonrío y digo.-Si, he estado con unos amigos de viaje en los Pirineos- Ella sonríe tras su taza de té, pero en pocos segundos se le quita la sonrisa y se queda seria, sus ojos pasan a un color marrón. Ella me pregunta.-Mark, no quiero que te preocupes pero ¿Ese viaje ha tenido algo que ver con algo como “magir”… “magor”… ¡ah! Ya me acuerdo: MAGGER lo siento por tardar tanto, mi memoria ya no es lo que era…- Tras oír esa palabra me invade una sensación que me tranquiliza porque tal vez a ella pueda contárselo y otra de miedo porque no tengo ni la más remota idea de cómo se ha podido enterar. Tardo unos segundos en reaccionar y digo.-Eh… ¡SÍ!, si… ¿Cómo te has enterado yaya? (así llamaba yo a mi abuela) ¿Qué sabes de eso?- Noto que va a empezar a hablar pero lo único remarcable que le pasa es un cambio repentino de color en los ojos a un gris apagado, el cual solo he visto en unas pocas ocasiones que creo que podría contar con la mano, y que se le pone siempre que va a hablar de mi abuelo, el cual desapareció en uno de sus innumerables viajes por una razón desconocida, cuando yo aún no había ni nacido; no creo que fuese un hombre muy dedicado a su mujer, puesto que por lo que me han contado de él, estaba con suerte un par de semanas al año en su casa, dejando a mi abuela sola con mi madre y mi tía y obligándola a estar siempre en casa cuidando de las dos. Pese a ello jamás la había oído quejarse de nada, por lo que supuse que debería tener una muy buena excusa para no estar en casa ni un mísero mes. Ahora creo que se cuál es, sería un MAGGER, pero estoy sacando conclusiones precipitadas…


Mi abuela tras un largo respiro dice escupiendo las palabras como si no quisiera volver a decirlas en su vida.-Mark, tu abuelo, mi esposo, era MAGGER. No sé si lo sabrás, pero esos “poderes” se transmiten cada dos generaciones, y mi abuelo me advirtió que alguno de vosotros heredaría tales poderes, la sangre MAGGER corre por las venas de tu familia. Realmente siempre supe que eras tú, tienes una fuerza interior que me hace recuerda muchísimo a tu abuelo, pero no podía precipitarme-Yo quedo un poco anonadado, todo esto es nuevo para mí, pensaba que un día de la noche a la mañana, “el cupido de los MAGGERS” me había lanzado una flecha para convertirme en uno, ahora veo que no, mi abuelo también lo era, y a él le debo todo lo que me ha pasado y está pasando hasta el momento, cosa que no se si debería agradecer o desagradecerle… Tras unos segundos de pausa le digo a mi abuela.-Yaya, muchas gracias por la información, no tenía ni idea de nada, pero…¿No habría sido más fácil que me hubieses llamado por teléfono para decírmelo?-Mi abuela se ríe y dice.-Ya sé que esto te lo podría haber dicho por teléfono, pero es que esto que te acabo de decir no es más que la verdadera excusa por la que he venido, sino una introducción- Yo ya cansado del tema pregunto.-¿Y cuál se supone que es la verdadera excusa?- Ella tan rápido como un rayo, casi evitando que termine de formular mi pregunta dice.- La verdadera excusa no es lo que era tu abuelo, sino lo que dejo- En ese momento mete la mano dentro de su bolso y saca lo que parece ser una bolsita atada con un lazo, como no, azul. 

Me da la bolsa e inmediatamente la abro para ver su contenido. Es una especie de llave que en la parte en la que se coge tiene una especie de libro abierto. Tras contemplarla un tiempo mucho más que suficiente, subo hacia arriba la cabeza poniendo una cara que transmite curiosidad, mi abuela inmediatamente empieza a decir.-Esta llave es lo último que me dio tu abuelo antes de irse a su último viaje, del que nunca regresó. Me dijo que se la diese al primer nieto nuestro que demostrase síntomas de ser MAGGER. Pero eso no fue lo único que me dijo, también me dijo que quedaba poco tiempo de encarcelamiento para EL SEÑOR DE LAS TINIEBLAS y que esta llave nos abriría un libro en el que se supone que debe aparecer, cuando lo habrá el verdadero heredero de este poder, la fórmula mágica para volver a encarcelarle.-Esto me lleva a pensar que debe de ser el hechizo que utilizó Mestyc para encerrarlo por primera vez. Tras este razonamiento, le pregunto a mi abuela la siguiente gran incógnita que aún no tengo.-Bueno yaya… Entonces hemos quedado que para ver tal hechizo, necesitamos ese libro, ¿Dónde dijo el abuelo que estaría?- A mi abuela se le abren los ojos como si saliese de un profundo sueño y me dice.-Mark, lamentablemente el abuelo no me dijo nada más, me es imposible saber dónde puede estar, pero supongo que lo primero, sería empezar a buscarlo por mi casa ¿No?- Yo asiento con la cabeza, dándole el visto bueno a la idea, pero pienso que es una casa demasiado grande para solo nosotros dos. En ese momento, se me enciende una bombilla y le digo a mi abuela.-¿Puedo decirle a unos amigos que también son MAGGERS que vengan a ayudarnos en búsqueda del libro?-Ella se alegra y dice.-Claro que sí, ¡Cuantos más mejor!, y cuando hayamos terminado hacemos galletas y un bizcocho, ¿Vale?- Se me hace imposible decir que no a mi abuela y menos cuando está tan emocionada, así que la digo que si, tampoco es que no tuviese ganas pero no sé si a Susan, Hurley y Cloe les gustará la idea, pero tras pensarlo un rato me convenzo de que si.

Capítulo 5 (Las sirvientas del mal)


Capítulo 5: Bruja Misandría


_Charlie - susurró Steve - esto ya me da mucho mal rollo, será mejor que lo dejemos aquí, vámonos - le sugirió a su compañero, arrastrándolo por la fuerza a que empezara a retroceder y, alejarse de lo que quedaba de su antiguo camarada.

Aunque a lo primero pareció ceder a la sugerencia, de un brusco movimiento se zafó del brazo de Steve, que al ver éste sus intenciones su corazón se aceleró al borde de un ataque, agarrándose el encrespado pelo negro grisáceo; y en un acto de ira por quitarle la capucha y mirarlo cara a cara, Charlie pudo ver el demacrado aspecto que tenía.

_Dios mío, - dijo atónito Bryan, la piel de aquél sujeto que estaba tan interesado en él, era blanquecina como el yeso que se puede encontrar en cualquier obra, se podía observar que era de textura rugosa y, sus ojeras eran negras como aquella noche que parecía volver a querer tormenta, dando como indicio unos rayos silenciosos de aviso seguidos de su enorme estruendo.

_¿Quién te ha echo esto? - preguntó Charlie, por el impacto de aquél aspecto, no podía moverse, no sabía que hacer, y no entendía qué era lo que estaba pasando.

_Estúpidos, no sabéis nunca nada y siempre andáis de machitos...lo que necesito es... - le contestó, esta vez con tono amenazador, resonando la voz por todo el callejón y dirigiendo una mirada rugosa a Bryan - su asquerosa alma.

Ante aquella declaración le siguió un silencio mortuorio, que al instante fue interrumpido por unos repentinos espasmos que invadieron el cuerpo de Richard, la sangre empezó a lagrimear por sus ojos y una convulsión lleno el pavimento de sangre, ante tal escena con la angustia y el pavor en el ambiente, una nube oscura que surgió de su interior se dirigió repentinamente ante aquél chico por el que estaba interesado aquella mortificada alma hacia unos instantes atrás, antes de que cayera al suelo y se convirtiera en polvo, al mismo tiempo aquella corriente se arremolinó ante Bryan y se transfiguró en una hermosa mujer que con su sola apariencia podía emitir una frialdad que era capaz de despertar los peores temores de aquellos que estaban ante su presencia.

_No, no me hagas daño....por favor - suplicó al ver aquella sonrisa siniestra a tan sólo unos centímetros de su rostro, estando acorralado contra la pared del fondo - por favor - repitió, cerrando los ojos por temor a las dolorosas cosas que podría hacerle.

_Claro que te lo haré - le sonrió, mirando de reojo a su espalda a los otros dos que intentaban retroceder, para largarse de ese lugar - aunque primero quiero divertirme un poco con ellos dos - le susurro, volviendo a mirarlo con firmeza con esos ojos rojizos intensos como las llamas del infierno - hazme un favor y no te muevas de aquí - le advirtió, golpeando con su mano la pared del lado de su oreja izquierda, resquebrajando el muro.

Con una velocidad sorprendente se puso delante de Charlie agarrándolo por el cuello con fuerza y levantándolo del suelo con un solo brazo, algo increíble por el aspecto veinteañero que tenía aquella mujer portadora de la muerte, a vista de sus presas de aquél juego macabro, con una silueta muy bien esbelta.

Steve al ver que era incapaz de hacer nada en aquella situación, sintiéndose como cualquier gato insignificante en la dura vida de las calles solitarias, aún a pesar de haber compartido muchas cosas con Charlie, el resultado de la batalla de aquellos sentimientos de miedo y la amistad por su amigo estaban claros, aún a pesar de tal decisión cobarde, echo a correr sin mirar atrás.

_Sin duda sois desleales y traidores - le dijo, con una sonrisa a Charlie mientras éste con todas sus fuerzas intentaba luchar por coger un poco de aire en cada respiración - observa como tu amigo corre por su vida sin importarle tu situación, aún a pesar de haber estado juntos durante tanto tiempo...¡¡¡Subvolo!!! - pronunció, alzando la palma de su mano en el aire en dirección a Steve, que sin poder hacer nada por evitarlo había sido levantado del suelo - observa como es mi justicia para este tipo de hombres falsos y sin moral, que simplemente abandonan a sus seres queridos cuando necesitan de su ayuda - expresaba con asco desde lo más hondo de aquél sentimiento de odio que nacía de su corazón y se extendía con rapidez al estar delante de cualquier hombre.

Bryan que intentaba escabullirse de allí caminando lentamente y lo más apegado a la pared para intentar apartarse del campo de visión de aquella bruja, sólo basto unos simples segundos de quitarle el ojo de encima, cuando el cuerpo consciente de Charlie se estrelló contra él, haciendo caer doloridos a ambos en el suelo por el fuerte golpe.

_No sólo sois unos traidores sino además unos tercos...¡¡¡te dije que no te movieras!!! - le dijo exaltada - ¿es qué no sabéis obedecer?

_Por...por favor, sueltame...te lo suplico - le decía tartamudeando y con el corazón acelerado, al poder percibir que esa noche estaba en la lista de la muerte.

_Te dejaré...si me ayudas a matar a esos dos - le propuso, observando a Bryan y Charlie con una sonrisa de diversión - ¿qué me dices? - le preguntó, volviendo a ponerlo con los pies en el suelo.

Aunque Steve no podía arrebatar la vida de sus compañeros con los que había compartido toda una vida de lucha continua contra el hambre diaria en esas calles, el instinto de vivir le hacia dudar.

_Si los mato...me dejarás marchar - le preguntó, sin tenerlas del todo con él, aunque en los rostros de sus compañeros era evidente de la sorpresa de que estuviera pensando en aceptar esa aberración de trato.

_Habrás cumplido, no tendré nada que reprocharte - le acercó una de sus finas y blanquecinas manos e hizo aparecer un puñal de la nada - ¿aunque serás capaz de vivir con esa culpa en tu conciencia?

_Quiero vivir... - confesó, cogiendo el puñal con fuerza por el mango - no importa que culpa deba cargar - miró con tristeza a sus compañeros y suplicando su perdón por lo que se disponía a hacer - lo siento chicos.

_No la escuches Steve - le dijo Charlie desesperado al ver a su mejor amigo alzando el puñal contra él y caminando lentamente hacia ellos, que seguían en el suelo contra la pared.

_No tengo elección - brotando de sus mejillas unas lágrimas al ver y ser consciente de que estaba a punto de quitarle la vida, a aquél que consideraba como un hermano desde hacia años y que suplicaba por su vida - ¡¡¡lo siento!!!.

_¡¡¡Noooo Steve!!! - gritó, cerrando los ojos y cubriéndose con los brazos el rostro.

En el momento en que la destelleante hoja bajo hacia los chicos, Steve se agarró el pecho con fuerza, por un repentino dolor agudo en el corazón, que le hizo soltar el arma blanca al suelo y retroceder del dolor.

_¿Qué? - se giró lentamente hacia atrás, pudiendo ver como la mano de la chica que apuntaba a él, resplandecía de un color negro - no lo entiendo.

La mano de la bruja se alzo al mismo tiempo que el cuerpo de Steve volvía a quedar suspendido en el aire, cuanto más apretaba su puño la nigromante, más fuerte parecía hacerse el dolor en el pecho del viejo de barba grisacea al igual que su pelo, sabiendo en aquél momento que vida llegaba a su fin.

_Lo siento...Charlie - se disculpó con su amigo como últimas palabras, al cruzar el nombrado la mirada con los ojos marrones de su compañero.


_Patético - sonrío, a tal entrañable escena - ¡¡¡Rumpere!!! - y de golpe el cuerpo de Steve se desintegró en una lluvia rojiza y trozos de carne por todo el terreno empedrado.