jueves, 20 de marzo de 2014

Capítulo 6 (La última palabra)


   Capítulo 6: Algo no pinta bien

Me despierto muy acalorado, he tenido una pesadilla y estoy sudando.Veo que son las 11:00 de la mañana y pienso en ir a entrenar, pero me duele todo y no soy capaz de levantarme de la cama, por lo que intento descansar.Justo en el momento en el que me voy a dormir entra Hurley por la puerta y me dice con su típico tono alegre y con una sonrisa arrogante, que a mi parecer, es normal en la gente que ha sido guapa desde su niñez.- Buenos días dormilón, ¿Qué tal has dormido?- Yo me calló y decido que no contestaré esa pregunta, sino que le digo.- Me duele todo Hurley tienes alguna pasti…- Me detengo porque veo que Hurley saca una especie de aerosol, me explica que sirve para los cuerpos doloridos.
Menos de 10 segundos después de haberme rociado con el me siento como nuevo y ahora, mi única preocupación era Cloe. Pregunto a Hurley como esta, y el parece que se alegra por la pregunta, puesto que contesta.-Esta como una rosa, tiene mucha fuerza de voluntad, ya no tiene fiebre y esta desayunando con Susan - Tras esta contestación mi expresión cambia junto a mis ojos, ahora de un color morado cerca de la pupila y entre azul y rojo por el alrededor del iris, y decido, sin tan siquiera preguntar a Hurley, bajar.
Nada más entrar en el comedor del hotel, divisó entre toda la gente a Susan, la cual está de pie y se la ve la cabeza por encima del resto de la gente. Al llegar veo que es que estaba haciéndole una demostración a Cloe  de cómo distribuir el peso en los esquís, pero, en cuanto miro a Cloe noto algo diferente, rasgos en ellas que a vista de cualquier otra persona, no son apreciables, pero yo me fijo y sé que su sonrisa no es la de siempre y que no mira con la dulzura que la caracteriza, pese a eso, me acerco como si nada ocurriera y las saludo y ella Susan nada más verme exclama.- ¡Menudos dos estáis hechos! Ha pasado menos de un día y ya os habéis recuperado de una conmoción y una enfermedad, ¡Eso me gusta chicos!- Al oír esto sonrió mirando a Cloe, pero no me devuelve la mirada.
                             

Estamos de nuevo en la nieve, el ejercicio de hoy es relajado y sirve para fomentar el reflejo. Hurley y Susan se encargan  de lanzarnos discos a diferentes partes del cuerpo y nosotros tenemos que esquivarlos mientras bajamos ladera abajo. Empezamos a descender y nada más empezar veo que Cloe sorprendentemente ha adquirido un muy buen nivel de esquí y cae como una bala colina abajo evitando, sin tan siquiera mirar, los discos que lanzan Susan y Hurley y en cuestión de segundos veo que ha llegado sin ningún problema al final de la ladera. Yo, sin embargo, avanzo torpemente esquivando como puedo los discos y recibiendo golpes de otros que no me ha dado tiempo a localizar y tardo más de un minuto en bajar la ladera.Una vez abajo puedo ver las caras de asombro de Susan y Hurley, y me imagino que yo debo tener la misma, puesto que ninguno de nosotros no esperábamos la espelucnante actuación de Cloe, la cual me mira con indiferencia, lo que me sienta mal. Finalmente Hurley sale de su estado de babia y dice.- Muy bien los dos chicos, para ser la primera vez, lo habéis hecho estupendamente, pero sobre todo tengo que decir que me he quedado asombrado de la perfecta ejecución de Cloe en este ejercicio, mis felicitaciones- Tras esto, pienso que está todo dicho, pero aun así quiero felicitar a Cloe, pero cuando me acerco a ella en un rápido gesto se gira dándome la espalda de forma intencionada y me quedo con la palabra en la boca.

El resto de la semana transcurrió sin ningún incidente y tanto Cloe como yo, mejoramos muchísimo nuestra habilidades, sin embargo no he vuelto a hablar con Cloe desde el día del accidente y por primera vez desde que la conozco... temo por nuestra amistad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario