martes, 4 de febrero de 2014

La verdad

La Verdad


A veces pienso, ¿cómo sería mi vida ahora si no la hubiese conocido? A lo mejor estaría pensando en lo buena que está la vecina del cuarto o centrándome en los estudios, pero lo único cierto y seguro es que estoy enamorado de ella y no puedo pensar en otra cosa.
Tengo que salir de la cama o perderé el autobús del colegio. Me levanto de la cama y desayuno con las pocas fuerzas que me dan imaginar que por fin, tras este largo puente, volveré a verla. Llego al colegio hecho un manojo de nervios, no estoy seguro de que me da más miedo, no saber que decir cuando la vea o suspender el examen que tengo a primera hora. Una vez en clase me doy cuenta, no tengo ni remota idea de que decirla y eso es lo que más miedo me da, pese a que no he estudiado nada del examen. Me acerco a mi mesa, obviamente han vuelto a hacer el corrito de las amigas en ella y me dificultan llegar a mi sitio, odio por eso ese sitio, los corros siempre se hacen ahí, pero mi profesor no me quiere cambiar de sitio y eso es lo que más me fastidia en el mundo, que no se me tenga en cuenta.
Consigo llegar a mi sitio y saludo a todas las chicas que ahora se encuentran alrededor mío, entre las cuales se encuentra ella… No sé qué hacer, si la doy un beso como a las demás los cabrones de mis amigos se pondrán a vacilarme, pero si no se lo doy se pensará que me cae mal, por lo que decido darla un beso, pese a las posibles críticas, sin embargo no llegan, algo pasa. Salgo del centro del corro y veo que Enrique está a punto de echar a llorar, pero se aguanta.-La reputación-.pienso, es otra de las cosas que más odio, el miedo a expresar lo que realmente sientes, no odio que la gente no se exponga como es, sino que si lo haces la gente te machaque, ¿Falsedad? Posiblemente esa sea la palabra que mejor expresa esta sociedad, pero yo no puedo cambiarla, y menos si soy un esclavo de esta. Pregunto qué ha pasado, aunque realmente ya lo sé, instinto masculino supongo… Christine le ha dejado, me lo veía venir, Enrique parecía un perrito faldero siempre hablando de ella y siguiéndola a todos sitios, Christine estaba ya harta, de hecho, iba a hacer una apuesta de cuando le dejaría, pero se me ha adelantado. Hago lo que todos, le consuelo, le digo que hay otras tías por ahí y dándole mi apoyo. Tras este numerito llego hasta Haiden, mi gran amigo desde que éramos unos enanos a los que la vida siempre sonreía y que disfrutaban de cada instante y ahora, míranos, yo loco perdido por una tía y el estudiando como si le fuese la vida en ello, sin hacer la más mínima vida social, supongo que por eso soy su amigo, no quiero que se quede solo. Le doy una colleja para que se dé cuenta de que ya he llegado, me mira y me saluda, tras esto, como no, me dice que si me he preparado el examen. Me echo la mano para atrás como si no hubiese oído la pregunta, pero en ese momento me da un papel y me dice.-Toma, sabía que no habrías estudiado-. Miro el papel y veo un resumen entero del examen.-Eres el puto amo tío-. Le contesto. Me conoce muy bien, supongo, que es otra de las bases de nuestra amistad. En ese momento, aparece el profesor por la puerta. Todos vamos a nuestros sitios y oigo que alguien dice.-Puto Canguro, no tengo ni idea del examen-. Estoy a punto de descojonarme, siempre dice que no tiene ni idea y siempre saca nueves y dieces, tiene una hostia en la cara… Llego a mi sitio, y ahí está ella, me siento al lado suyo y me dice.-Hey Pilón, he visto que te ha dado una chuleta Haiden, si me dejas verla te soplo alguna respuesta-. Nadie me llama Pilón más que ella, lo obvio sería que fuese por mi apellido, extraño pero con atractivo: Piloneda, pero Haiden siempre me dice que es porque tengo un gran “pilón”, supongo que para reírse de mi porque sabe que me gusta mucho. Llegan los exámenes y empieza de nuevo, otra vez la misma rutina, las mismas clases, los mismos profesores y lo peor, estar sentado al lado de ella todo el día y sentir la impotencia de que no puedo conseguir nada, jamás se fijará en mí.
                                                                                                  
Llego a casa, solo bajando del autobús ya me han tocado el culo tres tías, las típicas guarrillas, pero cualquiera se encara a ellas… lo mejor es pasar, sobre todo porque entre ellas está mi exnovia y con tal de humillarme es capaz de todo.
.-¡Ya estoy en casa!-. Grito, mi madre me saluda y me dice que me ha dejado la merienda en la mesa de mi cuarto, se lo agradezco y voy a mi cuarto. Me tiro en la cama y hago un balance del día, he conseguido algo más con ella, no… Estoy metido en un laberinto y no encuentro la salida por ningún sitio y ya me está empezando a doler la cabeza de tanta comedura de coco, decido pasar del tema por ahora y merendar viendo la tele.
.-Mañana empieza-.Pienso… Va a haber una competición intelectual, de razonamiento y psicología durante el próximo mes, los mejores conseguirán una beca para una Universidad de lujo, supongo que los demás se irán a una Universidad pública si no tienen dinero suficiente para pagarse una privada. Este es el primer año que se hace esta competición y no sé en qué consistirá, pero de lo que estoy seguro es que se sabrá la gran falsedad a la que estamos expuestos, y que voy a pasar de todo excepto de Haiden y de ella y me voy a comportarme como realmente soy.

Otra vez estoy en clase, pero esta vez hay algo raro, la gente… tiene miedo, sus posiciones, sus ojos… no tienen la misma confianza que siempre, supongo que se debe a la prueba de psicología, nadie sabe de qué va, pero todos tenemos miedo de que se descubran nuestros secretos. Llega un señor, despeinado y con unos folios en las manos, tras él, el Canguro, con su típica mochila puesta en la tripa, ¿Cuándo se dará cuenta de que hace el ridículo? Todos nos sentamos y el señor empieza a hablar.-Hola chicos, me llamo Rafa y seré el que se dedique a evaluaros este próximo mes, empezaremos por este test, es un test de CI, o Coeficiente Intelectual, como prefiráis, tenéis media hora y vuestro tiempo comienza…¡YA!-.
Estoy en la última pregunta de 50 y llevo 20 minutos, no es tan difícil como parece, Haiden y Carlos ya han terminado, “Solo voy a sacar un 9 ha dicho”, para pegarle la hostia de su vida… En fin, tengo delante mío una serie de números, supongo que la cosa es encontrar la relación o algo así, pero he intentado todo y no tiene el más mínimo sentido
                  -5-18-5-19-13-21-25-12-9-19-20-15-
Levanto la mirada, intento pensar lo máximo que puedo, he pensado que podrían ser una serie de números a los que hay que sustituir por letras, pero no tiene sentido… Repaso el abecedario en busca de algo que pueda darme la respuesta, y me doy cuenta, hay una letra que no siempre se cuenta... ¡Ya lo tengo, los números son una serie de letras que tras descodificarlos saldrá una palabra o frase, pero no hay que tener en cuenta la Ñ!, alucino con mi deducción, no me lo creo, yo no soy listo…
                         -e-r-e-s-m-u-y-l-i-s-t-o-
Odio que la gente me lleve la contraria, y mucho menos si es un test. Doy por finalizado el test aunque me faltan 5 preguntas por responder, pero no consigo encontrar la respuesta… Suena la alarma y nos obligan a soltar los bolis. Nos ponemos en fila los 21 alumnos de la clase, debemos entregar el test y podemos irnos a casa, no me lo creo, pero yo no le hago ascos a nada, y mucho menos a irme antes del instituto. Veo que Rafa está a punto de echarse a llorar cuando mis compañeros entregan el test, pero cuando lo entrega Haiden se le ilumina la cara.-Ya lo ha conseguido seguro, ha pasado-. Aún queda todo un mes de este tipo de tests, pero estoy convencido de que Haiden ha pasado, espero no quedarme atrás. Entrego mi test y parece interesarle, por lo que me alegro, no me ha salido tan mal. Dejo de pensar en mí y la miro, está dando saltos de alegría, le ha salido bien, eso me produce aún más felicidad y eso es lo único que me importa.

Ya llevamos dos semanas de competición y me duele la cabeza, estos trabajos me han hecho pensar mucho, no sobre los propios trabajos, sino sobre mi, me he dado cuenta de que no me conozco, me he estado subestimando todo este tiempo y haciendo lo que la sociedad quería, no lo que yo quiero, como a ella y eso me ha provocado muchas jaquecas, pero he decidido solo hacer caso a quien quiero y pasar de todos los demás, así debería ser la vida.
De nuevo entra el Corrector, así le llamamos al señor que nos está guiando en esta competición, puesto que digas lo que digas te corrige. Llega al centro de la clase y dice.-Hoy no será un día como los anteriores, hoy solo 4 personas se podrán ir antes de clase-.En ese momento todos se erigen en sus sillas, incluido yo, no pienso quedarme todo el día aquí.-Voy a decir cuatro problemas ni más, ni menos. Las cuatro personas que lo acierten podrán salir de clase, sacar hoja en sucio y lapicero-. Hacemos caso omiso de las instrucciones y el Corrector empieza a decir.-Primer problema: Tenemos los números 0, 1, 2, 4, 7, 15 y 31. Sumando dos de estos números como mínimo, tenéis que decirme cual es el único número que no se puede obtener del 0 al 61-. En ese momento todo el mundo empieza a decir números al hazar, todos, excepto Haiden, tiene la mano levantada, ya sabe la respuesta. El Corrector le dice que valla hasta él y que le diga la respuesta y el razonamiento pero en voz baja y a su oído. Haiden se va de la clase y el Corrector dice.-Vuestro compañero se ha ido tras acertar a una velocidad inceíble, la respuesta era 30-. Intento obtener ese número con los que nos ha dado, pero efectivamente no da… Haiden es muy inteligente.-Silencio por favor, procedamos con el siguiente problema: En esta clase soy 21 personas y solo obtendréis la beca 3 personas, en la clase B son 22 y obtendrán la beca 4 personas, en la clase C son 19 y solo obtendrá la beca 1 persona. Situándonos en un mundo en el que 0 no existe, ¿me podéis decir la relación de las personas de la clase y el número de becas por clase?-. La gente empieza a pasar de los problemas, les supera, pensaba que el nivel intelectual de mi clase era mayor, pero por lo visto estaba equivocado. Me pongo a pensar, pero no encuentro el sentido por ninguna parte, hasta que me doy cuenta de lo último que ha dicho “El 0 no existe…” si el 0 no existe, es imposible que exista el 10 y en ese caso sería imposible llegar a números mayores, por lo que 21, 22 y 19 no existen, lo cual quiere decir que… Hay que descomponer los números y sumarlos para dar el resultado, pero hay otra trampa, pero teniendo en cuenta que el 0 no existe, en la clase C solo repartirán una beca porque 1+9=10, pero tachamos el 0 y 1+9= 1, levanto la mano para responder, pero está hablando ya con Carlos, temo que salga de la clase pero regresa a su sitio, y el Corrector le dice que está bien pero sin razonamiento no tiene sentido. Me señala y me dice que valla, le digo mi razonamiento y se lo demuestro, me pide mi nombre, lo apunta en su libreta y me dice que salga de la clase. He acertado y demostrado mi superioridad, por lo que puedo salir con la cabeza bien alta.
Salgo y me encuentro a Haiden, se ha quedado esperando al siguiente, me pregunta que cual era el problema y se lo explico.-Brillante-.dice.-Tu capacidad deductiva es muy alta, ¿Seguro que no sabías ya la pregunta Pedro?-. Me río y le doy un golpe amistoso, decidimos volver a casa los dos solos, como los grandes amigos que somos.
Una vez en casa me llega un mensaje de Carlos, por lo visto él también ha acertado un problema y me dice que la otra persona que ha acertado es ella, de nuevo soy feliz, cada vez es más plausible que las dos personas a las que más quiero, y yo, vallamos a la misma Universidad y eso me llena de alegría.

Este es el último día, en el que se decidirá todo, espero tener suerte. Pienso que hace unos meses esto me daba igual, pero ahora me he dado cuenta de lo importante que va a ser pasar o no esta prueba y que ni siquiera estoy haciendo esto lo mejor posible por mi porvenir, estoy haciendo esto por amor y esa será la razón por la que luche por llegar a donde quiero y aplastaré a quien se me ponga por el medio.
Empiezan a repartir el test que hicimos el primer día, con los resultados, me da miedo abrirlo y haberme hecho a la idea de ser el mejor y no haber acertado ni una, sin embargo, no es el caso, he acertado todas y al final, en la casilla de resultado pone “CI: 84” Me alegro, pensaba que habría sacado mejor nota pero no está mal, supongo, sin embargo no todos están igual de felices, miro a Haiden, está pálido y con una expresión de tristeza en la cara, voy para darle mi apoyo, es mi mejor amigo y siempre lo será, no quiero que este triste. Me acerco y cuando veo la nota me quedo en blanco yo también, ha sacado…un 0. Miro su test y lo comparo con el mío, pero algo no encaja, no solo ha respondido bien las mismas que yo, sino que también ha respondido las que yo fui incapaz de contestar, no entiendo esa nota, pero Haiden, tiene una sonrisa en la cara, no entiendo hasta que me doy cuenta de que en la pizarra está escrito “El resultado, lo pones tú”. Haiden me dice.-Pedro, rápido, dime tu resultado, creo que sé lo que hay que hacer-. Le doy mi resultado, lo apunta en una hoja y se pone a preguntar a todo el mundo, pese a que se reían de el por haber sacado un 0. Regresa, hace una suma y se ríe, me dice que ha sacado un 148, yo estoy alucinando, ¿Como ha sido capaz de darse cuenta? Estoy anonadado, pero no me puedo quedar atrás, pido todas las notas de la gente y las sumo 3121 no tiene sentido, es una cifra excesiva, pero me doy cuenta, somos 3 personas los que vamos a pasar, por lo que decido que habrá que quitarle “3 personas” al resultado de la clase, y, efectivamente, mi nivel CI es de 121,  supera mis expectativas y de lejos, he demostrado que soy lo suficientemente bueno.

De repente, una voz, que sale de unos altavoces rompe el alboroto, dice que ya se han publicado los alumnos a los que serán dadas las becas y que se encuentran en el corcho de actividades. Una avalancha de pies salen de la clase quedándonos el Corregidor, Haiden, Carlos y yo. El Corregidor se levanta y justo antes de salir por la puerta dice “Felicidades, chicos” oigo eso y me siento como si me hubiese partido un rayo, ella, ¿No ha pasado? Corro hacia el corcho, sin esperar a nadie, pero mientras corro pienso.-Ha dicho “Chicos” es un plural, se utiliza para dos… o más personas-. Llego al tablón y veo que de nuevo he acertado, ha dicho “Chicos” pero se refería a Haiden y a mí, la otra persona, es ella, mi amor, mi vida, lo único por lo que he hecho todo esto, me giro a ella, la miro a los ojos y la beso, se ruboriza y digo.-Te amo…Myrna-.

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