jueves, 6 de febrero de 2014

Capítulo 2 (La última Palabra)

Capítulo 2: ¿Quién puede ser?

Al día siguiente, me desperté con un fuerte dolor de cabeza puesto que la noche anterior dormí bastante mal.
Mi madre, me había preparado la ropa, para el partido de baloncesto, a los pies de mi cama; me vestí, desayune, y me fui con mi padre y mi hermano Fernando al partido. Mi madre y Max, mi hermano mayor, de aspecto tosco y despreocupado, alto para su edad (15 años) y con el pelo rizado, se habían quedado en casa.
         Al llegar al pabellón en el que íbamos a jugar, me encontré con algunos compañeros de equipo, que ya habían empezado a entrenar. Rápidamente, me puse a entrenar con mis compañeros y después de unos minutos empezó el partido.
Al llegar el descanso íbamos ganando de más de 20 puntos. Me fui junto a mis compañeros al baño, para beber agua y descansar un poco. Terminé de beber el último, y cuando fui a salir, vi que un compañero mío de el equipo, y del instituto, Hurley Binz, alto y fuerte como un roble, con ojos marrones, pelo muy negro y que generalmente estaba siempre rodeado de amigos. Estaba hablando con una especie de hombre muy negro, más que negro, era oscuro, parecía como...una sombra.
Al verme el hombrecillo oscuro desapareció. Hurley, haciendo como si nada me dijo. –¿Volvemos al partido?- Yo, asombrado, le pregunte. -¡¿Cómo qué si volvemos al partido?! ¿No me vas a decir qué era eso con lo que hablabas?- El extrañado me dijo. – ¿Mark de qué hablas?- A lo que yo enfadado y con unos ojos inyectados en sangre, contesté. -¿Cómo que “de qué hablas”, te he visto hablando con ese hombrecillo oscuro y de repente…ha desaparecido- El me contestó en tono muy bajo. -¿Lo has visto?- Y entonces en un grito de desesperación le dije. –¡Pues claro!, ¿tu que crees? Ni que hablase en otro idioma…- El, con una cara que nunca le había visto poner, susurro para sus adentros. –Es un MAGGER…- Yo alterado, con unos ojos tan negros que daban miedo, le dije. –Hurley, me vas a contestar, ¿O qué?-Hurley, despertándose como de un sueño muy profundo, me dijo. – Mira, Mark, ahora no tenemos tiempo, te prometo que después del partido te lo contaré todo. Hasta entonces, no menciones el tema. ¿Me lo prometes?- Yo por fin feliz, después de todo este lío, le dije. –Te lo prometo, pero ahora vamos al partido que debe estar a punto de empezar la segunda parte- Los dos con un gesto amigable salimos del baño y nos incorporamos al entrenamiento como si nada hubiera ocurrido
Después del partido, Hurley me dijo que si podía ir a su casa a dormir, y de esta forma que me explicara que era aquel hombrecillo negro del cuarto de baño.

Llegamos a su casa en el coche de su padre, un hombre alto, viudo y con un aire misterioso, el cual amablemente nos sirvió la comida a Hurley y a mí. Después de la suculenta comida, me fui con Hurley a su habitación, al entrar todo parecía normal, pero una vez dentro te dabas cuenta de que había algo que no encajaba, ¡Eran las sombras!, cada uno de los objetos, muebles y ser vivo que parecía entrar en la habitación parecía perder su sombra, Hurley me vio con cara de sorprendido y me dijo. -¿Lo ves?- Yo conteste.-Bueno…..en realidad no estoy viendo ninguna…- El dijo.- Efectivamente eres un MAGGER…-Yo ya cansado del tema le pregunto.- ¿Se puede saber de una vez que es eso de MAGGER?- El después de soltar un breve suspiro me empieza a explicar.- Mark, esto que te voy a decir es algo que nadie deberá oír de tus labios hasta que no se te sea permitido.- Yo asiento con la cabeza y contesto.- Ni una palabra saldrá mi boca...-






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