Capítulo 8:
Todo está en la sangre
Cierro la puerta del salón a petición de mi abuela
para que ningún “cotillamironfisgón” como dice ella se entere de lo que
hablamos.
Me siento en el sofá, lo suficientemente cerca de ella
para que me llegue su típico olor a vainilla y nuez moscada, que me
teletransporta a esos veranos de mi niñez en los que mi tía Felisa aún vivía con
ella y los tres hacíamos bollos, galletas, y diferentes tipos de dulces que nos
comíamos sin pena ni gloria hasta llenarnos.
Veo que coge la taza de té de la mesa de cristal y
pega un sorbo, siempre lleva una bolsita de té en el bolso, por lo menos cuando
viene a visitarnos; ya de pequeño me dejaba olerlo y probarlo para intentar
adivinar de que era, y seguramente hoy también lo habría intentado de no ser
que tiene un cosa muy importante que decirme.
Deja la taza de té en la mesa y me mira fijamente a
los ojos, los tiene como yo, azules claros generalmente y de otros colores
cuando cambia de humor, me alegra pensar que hay algo suyo que siempre estará
conmigo.
Empieza a hablar.-¿Qué tal Mark? Me han dicho que has estado de
viaje esta semana.- yo asiento sonrío y digo.-Si, he estado con unos
amigos de viaje en los Pirineos- Ella sonríe tras su taza de té, pero en
pocos segundos se le quita la sonrisa y se queda seria, sus ojos pasan a un
color marrón. Ella me pregunta.-Mark, no quiero que te preocupes pero ¿Ese
viaje ha tenido algo que ver con algo como “magir”… “magor”… ¡ah! Ya me
acuerdo: MAGGER lo siento por tardar tanto, mi memoria ya no es lo que era…- Tras
oír esa palabra me invade una sensación que me tranquiliza porque tal vez a
ella pueda contárselo y otra de miedo porque no tengo ni la más remota idea de
cómo se ha podido enterar. Tardo unos segundos en reaccionar y digo.-Eh… ¡SÍ!,
si… ¿Cómo te has enterado yaya? (así llamaba yo a mi abuela) ¿Qué sabes
de eso?- Noto que va a empezar a hablar pero lo único remarcable que le pasa
es un cambio repentino de color en los ojos a un gris apagado, el cual solo he
visto en unas pocas ocasiones que creo que podría contar con la mano, y que se
le pone siempre que va a hablar de mi abuelo, el cual desapareció en uno de sus
innumerables viajes por una razón desconocida, cuando yo aún no había ni nacido;
no creo que fuese un hombre muy dedicado a su mujer, puesto que por lo que me
han contado de él, estaba con suerte un par de semanas al año en su casa,
dejando a mi abuela sola con mi madre y mi tía y obligándola a estar siempre en
casa cuidando de las dos. Pese a ello jamás la había oído quejarse de nada, por
lo que supuse que debería tener una muy buena excusa para no estar en casa ni
un mísero mes. Ahora creo que se cuál es, sería un MAGGER, pero estoy sacando
conclusiones precipitadas…
Mi abuela tras un largo respiro dice escupiendo las
palabras como si no quisiera volver a decirlas en su vida.-Mark, tu abuelo, mi esposo,
era MAGGER. No sé si lo sabrás, pero esos “poderes” se transmiten cada dos
generaciones, y mi abuelo me advirtió que alguno de vosotros heredaría tales
poderes, la sangre MAGGER corre por las venas de tu familia. Realmente siempre
supe que eras tú, tienes una fuerza interior que me hace recuerda muchísimo a
tu abuelo, pero no podía precipitarme-Yo quedo un poco anonadado, todo esto
es nuevo para mí, pensaba que un día de la noche a la mañana, “el cupido de los
MAGGERS” me había lanzado una flecha para convertirme en uno, ahora veo que no,
mi abuelo también lo era, y a él le debo todo lo que me ha pasado y está
pasando hasta el momento, cosa que no se si debería agradecer o desagradecerle…
Tras unos segundos de pausa le digo a mi abuela.-Yaya, muchas gracias
por la información, no tenía ni idea de nada, pero…¿No habría sido más fácil
que me hubieses llamado por teléfono para decírmelo?-Mi abuela se ríe y
dice.-Ya sé que esto te lo podría haber dicho por teléfono, pero es que
esto que te acabo de decir no es más que la verdadera excusa por la que he
venido, sino una introducción- Yo ya cansado del tema pregunto.-¿Y cuál
se supone que es la verdadera excusa?- Ella tan rápido como un rayo, casi
evitando que termine de formular mi pregunta dice.- La verdadera excusa no
es lo que era tu abuelo, sino lo que dejo- En ese momento mete la mano
dentro de su bolso y saca lo que parece ser una bolsita atada con un lazo, como
no, azul.
Me da la bolsa e inmediatamente la abro para ver su contenido. Es una
especie de llave que en la parte en la que se coge tiene una especie de libro
abierto. Tras contemplarla un tiempo mucho más que suficiente, subo hacia
arriba la cabeza poniendo una cara que transmite curiosidad, mi abuela
inmediatamente empieza a decir.-Esta llave es lo último que me dio tu
abuelo antes de irse a su último viaje, del que nunca regresó. Me dijo que se
la diese al primer nieto nuestro que demostrase síntomas de ser MAGGER. Pero eso
no fue lo único que me dijo, también me dijo que quedaba poco tiempo de
encarcelamiento para EL SEÑOR DE LAS TINIEBLAS y que esta llave nos abriría un
libro en el que se supone que debe aparecer, cuando lo habrá el verdadero
heredero de este poder, la fórmula mágica para volver a encarcelarle.-Esto
me lleva a pensar que debe de ser el hechizo que utilizó Mestyc para encerrarlo
por primera vez. Tras este razonamiento, le pregunto a mi abuela la siguiente
gran incógnita que aún no tengo.-Bueno yaya… Entonces hemos quedado que
para ver tal hechizo, necesitamos ese libro, ¿Dónde dijo el abuelo que
estaría?- A mi abuela se le abren los ojos como si saliese de un profundo
sueño y me dice.-Mark, lamentablemente el abuelo no me dijo nada más, me es
imposible saber dónde puede estar, pero supongo que lo primero, sería empezar a
buscarlo por mi casa ¿No?- Yo asiento con la cabeza, dándole el visto bueno
a la idea, pero pienso que es una casa demasiado grande para solo nosotros dos.
En ese momento, se me enciende una bombilla y le digo a mi abuela.-¿Puedo
decirle a unos amigos que también son MAGGERS que vengan a ayudarnos en
búsqueda del libro?-Ella se alegra y dice.-Claro que sí, ¡Cuantos más
mejor!, y cuando hayamos terminado hacemos galletas y un bizcocho, ¿Vale?- Se
me hace imposible decir que no a mi abuela y menos cuando está tan emocionada,
así que la digo que si, tampoco es que no tuviese ganas pero no sé si a Susan,
Hurley y Cloe les gustará la idea, pero tras pensarlo un rato me convenzo de
que si.